El diseño es proceso y método, aún en el caos. Es un sistema de representación que manifiesta las percepciones empíricas del saber de un sujeto, de una comunidad, de una sociedad.
A la hora de diseñar, pasamos por tres estadíos. Lo Teórico-Conceptual, es decir, nuestra atmósfera o universo creativo, las Técnicas y Habilidades y el Estudio Disciplinar, el cual refiere al estudio constante de nuestro cuerpo político y silueta. Siempre diseñamos para un ‘’otro’’. Si bien nuestras prendas responden al recorte que nos interesa del mundo en el que vivimos, toda aquella intención de diseño siempre responde, en primera medida, a las necesidades de un ‘’otro’’. Nos ocupamos mucho del diseño primario en nuestras prendas y del diseño secundario en la edición final de la imágen que queremos transmitir.
Nuestro diseño siempre es híbrido. La no definición de rubros, la ruptura de los fundamentos y la creación de fusiones son la base de nuestro proceso. Rompemos las definiciones estrictas a la hora de no pensar prendas para un determinado rubro u ocasión de uso, al fusionar materialidades y tipologías y al poner en discusión la definición de lujo. Para la marca el concepto de lujo se refiere a la funcionalidad, comodidad y contemporaneidad de todo lo que creamos.
Como se mencionó anteriormente, la fusión es una de las herramientas fundamentales que tenemos a la hora de diseñar. Cuando hablamos de fusión nos referimos a la identificación precisa de los significantes que constituyen a cada prenda y su posterior traducción en el nuevo diseño que proponemos. Es decir, cuando seleccionamos dos tipologías nos enfocamos en lograr identificar aquellos elementos altamente significantes de cada una para luego diseñar una prenda nueva a partir del buen uso de los mismos.
Estudiamos la imagen a partir de la contemporaneidad, la morfología y la proporción. Una de las cosas más importantes para la marca, en cuanto a diseño refiere, es que la imagen que proponemos se vea contemporánea. Es decir, pensamos la creación de una silueta e imagen final a través de una mirada prospectiva. Pensamos el futuro a partir de los avances del presente. Proponemos una imagen que toma guiños del futuro pero posee características de nuestro entorno diario.
Cuando hablamos de silueta nos referimos a la medición e intención corporal, de lo anatómico a lo vestido. Es la percepción del cuerpo vestido. A una decisión de silueta le entran muchas tipologías. A la hora de pensar nuestras prendas, consideramos la constitución de un cuerpo y tenemos en cuenta los máximos, los mínimos, los desplazamientos, los agudizamientos y las medidas que harán que nuestra silueta sea nuestra y de nadie más. Es decir, no mostramos la silueta con las tipologías, sino con la percepción final de nuestro cuerpo vestido. En este sentido, aplicamos el estudio de tres procedimientos: la estructura (molde, calce, holgura) los materiales (material textil) y la funcionalidad.
Consideramos que las alegorías en nuestras narrativas a la hora de comunicar son de suma importancia. Si se ve, se lee. Todas aquellas huellas referenciales teórico-conceptuales que son pensadas a la hora de, por ejemplo, hacer una producción de fotos, representan lo que quiero que mi público sepa que vemos y cuales son nuestras influencias a la hora de diseñar o comunicar.